miércoles, 31 de julio de 2013

Icono de La Sagrada Familia



El icono muestra el regreso de la Sagrada Familia de Jerusalén a Nazaret, después de que el Niño hubiera sido encontrado en el Templo. San José lleva en sus hombros a Jesús que se vuelve hacia la Virgen María, su Madre. Ella durante el camino le entrega el pergamino con la Palabra de su misión, donde se puede leer, escrito en griego, el inicio del texto de Isaías 61,1-2:
 

"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido..."


San José lleva en el rostro el carácter reflejado del Siervo de Yahvé (del Santo Sudario) como signo de que preparará a Jesús para su misión de Siervo de Dios, que lleva sobre sí los pecados del mundo (Is 53).
La importancia de este hecho es subrayada por el Camino Neocatecumenal, que lo predica por todo el mundo: "formad en las parroquias comunidades cristianas como la Sagrada Familia de Nazaret", donde los Cristianos, que han recibido el bautismo pero viven su vida en la infancia, puedan crecer hasta llegar a ser adultos "hasta Aquel que es la Cabeza." (Ef 4)
El hecho de que Jesús adolescente sea llevado en hombros indica la importancia que tiene el padre en la familia que ha de preparar al joven para la vida adulta. El icono muestra la necesidad que el hombre tiene de la familia para hacerse adulto, como nos lo ha revelado Dios en la Familia de Nazaret.
El verbo de Dios, hecho Hombre, únicamente siendo adulto puede llevar a cabo su misión y Dios revela que el lugar histórico donde el Hijo de Dios se hace adulto es la Familia de Nazaret.
El gesto de San José que lleva a Jesús sobre sus hombros se encuentra ya, aunque raras veces, en la tradición iconográfica antigua, por ejemplo en el mosaico de la iglesia de Chora (sig. XII), en Estambul, donde en el regreso de Egipto a Nazaret San José lleva al niño sobre los hombros y su madre le sigue. El gesto se retoma aunque por autores modernos, por ejemplo por William Dobson (1817-1878): en un cuadro suyo San José lleva en brazos al niño Jesús adolescente en el regreso a Nazaret, después del encuentro con los doctores de la Ley en el templo de Jerusalén (Tate Gallery de Londres).
El gesto de la Virgen que entrega al niño la Palabra podemos encontrarlo en muchos iconos de la Iglesia Ortodoxa, vease "Eleusa Kykkotissa".
El nombre viene del monasterio de Kykko en Chipre, donde se ve a la Virgen llevando al niño, ya crecidito, en brazos y le está entregando el pergamino de Isaías. Iconos de la Eleusa Kykkotissa se encuentran en muchas partes del mundo, como en el Monasterio de Santa Caterina en el Sinaí, que está cerca del monte de las Tentaciones, en Israel. Aunque el gran pintor ruso Simon Usciakov, del siglo XVI, tiene una bellísima Kykkotissa que se conserva en la Galería Tretjakov de Moscú. Este cuadro ha inspirado el cuadro de la Virgen del Camino neocatecumenal.


El icono del "Regreso de la Sagrada Familia de Jerusalén a Nazareth" medida 100 x 120 cm. Con madera de roble, recubierto de pan de oro, cocido y dorado al bolo, está pintado al óleo por el pintor Francisco Argüello, iniciador del Camino neocatecumenal, por encargo del Consejo Pontificio para la Familia, con ocasión de la II Jornada Mundial de la Familia en Río de Janeiro (1997).

 El icono ha sido donado al Santo Padre.

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